El Secreto de sus Ojos es una producción completa, en la que se cruzan varios géneros cinematográficos -policial, político, romántico-.
Un abogado jubilado -Ricardo Darín- pretende usar su tiempo libre para redactar una novela basada en un caso que atendió hace 25 años. A medida que busca la forma de iniciar su relato, recuerda sucesos aislados y finalmente persigue la ayuda de quien fuera su jefa en tribunales -Soledad Villamil- para recopilar antecendetes sobre este caso.
Luego el relato se transforma en una mezcla de recuerdos se que cruzan con la redacción de la novela, sus correcciones y los efectos que esta búsqueda de la memoria genera en los protagonistas de la cinta.
Los personajes se presentan con matices muy humanos, poniéndo énfasis en diálogos fluidos y sarcásticos, así como en espacios de silencio, que completados por primeros planos de los actores, permiten desarrollar de mejor manera la personalidad de los protagonistas y los actores secundarios.
El relato fluye a través de un guión bien pensado, en el cual se muestran destellos de ciertos momentos de la trama que le dan un ritmo agil a la película y permiten la construcción en partes del relato central.
La historia mantiene todo el tiempo la atención del espectador, y las pocas veces que el guión peca de cierta argumentación sobrecargada (pistas muy rebuscadas o frases hechas), son los mismos protagonistas los encargados de reírse de estos pasajes, incorporando la exageranción dentro del relato y manteniendo un desarrollo coherente de la trama, la que no por eso deja de sorprender con los giros que va tomando a lo largo de la cinta.
En síntesis, El Secreto de sus Ojos es una buena oportunidad para ver una película de calidad, con el plus de ser un film latinoamericano, entretenido y con contenido.
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