lunes, 4 de mayo de 2009

Mad Men


Mad Men transita por la vida cotidiana de hombres y mujeres que trabajan, fuman y beben en una agencia publicitaria de Nueva York durante los años 60. En cada capítulo suceden acontecimientos que estos personajes escuchan por una radio o un televisor en blanco y negro. La campaña de Nixon, la muerte de Marilyn o la crisis de los misiles son comentados en el ascensor, mientras se mira a una secretaria o mientras se saca la vuelta en la oficina.

En el trabajo los hombres -y una mujer que lentamente ha ascendido hasta el puesto de redactora- discuten sobre diversas propuestas para variados productos de consumo e inician las asesoría publicitaria a las primeras campañas políticas.

En el pasillo las secretarias filtran llamadas y visitas a creativos, diseñadores y productores; quienes a su vez les devuelven alguna mirada o comentario con intentos de seducción.

Algunos cuadros memorables de la serie:

1. En la oficina: Se cae un avión de American Airlines. En el accidente fallece el padre de uno de los ejecutivos de Sterling Cooper. La compañía aérea está en conversaciones con la agencia para mejorar la imagen tras el accidente. Como una forma de demostrar compromiso, la agencia deja a cargo de las transacciones al hijo de la víctima del accidente, quien se encarga de negociar con la Aerolínea.

2. En la cama: Una secretaria está en la cama junto a su novio e intenta seducirlo. En un gesto un tanto tímido se sube encima de él, quien la rechaza y la increpa por ser demasiado osada. Al otro día la secretaría le presenta su novio a unos de sus jefes. Tras la presentación el novio la lleva hasta la oficina de su jefe y la viola.

3. Ante los clientes: Kodak solicita que se elabore una campaña para un nuevo producto. Don, el protagonista, crea una propuesta en la que incluye fotografías de momentos íntimos de su familia y la ofrece como una propuesta publicitaria basada en la emotividad a los ejecutivos de la compañía.

Actos como este suceden en el silencio de imágenes limpias y con colores vivos, donde no existe música de fondo (salvo excepciones) y los personajes se desenvuelven con naturalidad, asemejándose un poco a la vida real, pero con ciertos matices de exageración que bordean entre lo dramático y lo sarcástico.

Hace poco tiempo Los Simpsons hicieron una breve parodia citando a Mad Men. En el breve capítulo llegan tres protagonistas a la casa de Homero (por supuesto fumando) y le solicitan que asesine a un listado de artistas que insisten en cobrar el derecho de autor por aparecer en piezas publicitarias. Dicho esto, Homero comienza una carnicería en la que asesina a Prince y otras celebridades que luego bajarán desde el cielo para cobrar venganza.
Mad Men es ideal para aquellas personas que disfrutan de la publicidad o que se interesan por temas asociados a la comunicación estratégica. Además, la serie muestra una aproximación a la familia norteamericana de los años sesenta, incluyendo temas como los roles de género, la homosexualidad y la consolidación de la sociedad de consumo; siendo atractiva para aquellos telespectadores que disfrutan de hacer lecturas sociológicas de una manera didáctica y con guiones que no permiten despegarse de la pantalla.









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