Sobre las nubes, originalmente cargada por Miradas Compartidas.
Cuando era pequeño y viajaba en avión siempre evitaba dormir. La sensación de flotar y ver pasar las nubes bajo esa masa de fierros que me sostenía en el aire me producía cierto extasis, el que complementaba con algún libro, música o película.
Ahora continúo con esa vieja tradición de mi infancia. Apenas el avión despega el sueño se me evapora. La altura y las pequeñas turbulencias me mantienen en un agradable estado de tranquilidad, el que se incrementa con un wisky en las rocas y el sonido de fondo de Sneaker Pimps en los audíonos de mi MP3.
Este agradable estado de tránsito alcanza niveles de plenitud cuando pienso que éste recién es el inicio del viaje. Leo las primeras páginas del libro "La Ciudad está Triste" e intento prolongar cada segundo de suspensión sobre la superficie, camino de nuestra primera escala en Lima, con el destino final de la isla de Cozumel, en México.